La rapidez y calidad de internet han sufrido una transformación notable con la proliferación de las redes inalámbricas, que prácticamente han saturado todo el ámbito y son actualmente la forma más común de conexión, tanto en entornos empresariales e instituciones públicas como en hogares privados.

Las redes inalámbricas son conexiones que emplean ondas electromagnéticas en lugar del cableado convencional, y se distinguen por el tipo de transmisión que utilizan, ya sea ondas de radio, microondas vía satélite, microondas terrestres o infrarrojos.

Clases de redes inalámbricas La principal diferencia entre los tipos de redes inalámbricas disponibles en la actualidad radica en su alcance y velocidad, por lo que la elección entre ellas para una residencia o una empresa también dependerá de las necesidades de los usuarios.

Red de Área Personal Inalámbrica (WPAN) Estas redes cubren hasta 10 metros y se usan comúnmente para conectar dispositivos personales, siendo la opción con menos cobertura en la actualidad.

Red de Área Local Inalámbrica (WLAN) Estas redes pueden abarcar distancias de hasta 100 metros y generalmente se implementan mediante protocolos wifi o bluetooth. Son ideales para establecer conexiones económicas pero de calidad en entornos de trabajo, siendo las preferidas en hogares para uso familiar.

Red de Área Metropolitana Inalámbrica (WMAN) Estas redes cubren hasta 50 kilómetros y se utilizan en áreas metropolitanas de tamaño mediano, desde conjuntos de edificios céntricos hasta áreas más extensas como campus universitarios o regiones. Sin embargo, su cobertura suele ser inferior a otras conexiones.

Red de Área Amplia Inalámbrica (WWAN) Esta red inalámbrica ofrece la mayor cobertura, por lo que las compañías telefónicas la emplean para establecer conexiones y servicios a larga distancia. Además, utiliza sistemas como GSM, GPRS y UMTS.

Instalación de una red inalámbrica La planificación previa y la organización son cruciales para garantizar conexiones óptimas en cualquier entorno laboral o doméstico. Es esencial realizar un estudio de cobertura en cada zona afectada, así como auditorías de seguridad para asegurar la idoneidad de las conexiones y emplear modelos de cifrado y autenticación para proteger el sistema.

También es importante determinar el tipo de servicio que se utilizará con la red inalámbrica, ya que esto afectará la calidad y capacidad requeridas, así como decidir si se conectarán dispositivos móviles, PCs o portátiles. En función de estas consideraciones, se pueden contemplar diversos diseños de implementación, ya sea para optimizar la cobertura o la capacidad de la red.